Si estás leyendo este post posiblemente acaban de diagnosticarte Fibromialgia y estas intentado comprender en que consiste esta enfermedad y como va a cambiar tu vida.
Lo primero debes tener claro es que, aunque a veces puede ayudar, Internet no va a responder a todas tus preguntas y muchas veces la información que encuentres será errónea o no del todo correcta, así que desde aquí te animamos a que acudas a nuestra entidad para que nuestro equipo profesional pueda resolver tus dudas.
Desde aquí vamos a hacer un pequeño esboce de las principales dudas que suelen presentarse en las personas que acaban de recibir este diagnóstico.
La reacción de las personas a las que se les informa que padece Fibromialgia dista mucho de la común cuando alguien descubre que tiene una enfermedad crónica. En un primer momento, l@s pacientes suelen sentir alivio porque después de mucho tiempo y distintas pruebas por fin alguien le ha dado un nombre y ha quedado claro que sus dolores y su cansancio no son producto de su imaginación. Después de este momentáneo alivio, y en ocasiones hasta alegría, la persona se pregunta ¿Fibro qué? Costándole, horrores, a muchos pronunciar esta palabra que no habían escuchado en su vida.
Pues bien, vamos a intentar explicar de forma sencilla, general y brevemente los puntos básicos que cualquier enferm@ debe tener claro sobre esta enfermedad.
Lo primero es tener claro que la Fibromialgia es una enfermedad crónica, es decir, va a estar presente durante toda tu vida. Lo segundo aceptar que, a día de hoy, no existe ni cura ni tratamiento.
En cuanto a sus causas aún no se han identificado. Aunque existen diferentes hipótesis, actualmente no se han encontrado pruebas que avalen ninguna de ellas. Tampoco existen pruebas objetivas, como un análisis de sangre o una radiografía, que permita identificar rápidamente y sin lugar a dudas la presencia de esta enfermedad. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en el juicio clínico del medic@ que, analizando diferentes factores (duración del dolor, tipo de dolor, sintomatología asociada), establece la presencia de esta enfermedad. En Andalucía tanto los profesionales de atención primaria como los especialistas en reumatología están capacitados para realizar este diagnóstico.
Esta enfermedad se manifiesta a través de una amplia constelación de síntomas. Los más comunes, a parte del dolor, son el cansancio, las dificultades para concentrarse y prestar atención, cefaleas, los problemas de sueño, entre otros.
Sobre el tratamiento es importante que entendáis que ni en España ni en la Unión Europea existe en este momento un fármaco que esté aprobado por las agencias sanitarias para el tratamiento de esta enfermedad. Normalmente el uso de fármacos se debe a una estrategia médica paliativa que intenta tratar los síntomas asociados, no la enfermedad.
Aunque no se cuenten con medicamentos para su tratamiento sí que se ha demostrado en las últimas investigaciones la utilidad de ciertas estrategias de intervención que ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Las dos líneas de intervención con mayor aval científico son el ejercicio físico moderado y la terapia cognitivo conductual.
En los próximos post hablaremos en profundidad de cada una de ellas. No te los pierdas.